Permanezcan de pie formando un círculo, cierren los ojos y tomen contacto con su cuerpo. Dense cuenta de lo que sucede dentro de ustedes...
Extiendan las manos hacia los costados y toquen las manos y brazos que están al costado....
Exploren realmente esa manos y esos brazos... ¿Cómo son? ...
¿En qué se parecen y en qué se diferencian de los suyos?...
Continúen explorando esas manos y muy gradualmente muevan las suyas hacia el centro del círculo. Imaginen que todas esas manos, con sus distintas características, van a juntarse lentamente en el centro del círculo para formar un gran corazón que late con ritmo lento... Mientras sus manos se unen en el centro, dejen que el corazón comience a contraerse muy lentamente, ... y luego se expanda....
Imaginen que sus brazos son vasos sanguíneos que transportan sangre desde y hacia el corazón que los alimenta y conecta todos sus cuerpos... Gradualmente dejen de controlar las manos y déjenlas convertirse en parte de este corazón palpitante...
Mientras lo hacen, el corazón comenzará a palpitar más suavemente y regularmente, y adquirirá vida propia...
Dirijan la atención a este corazón palpitante y noten cómo cambia los latidos de tiempo en tieso y de por sí...
Continúen dándose cuenta de las sensaciones en manos y brazos y muy gradualmente abran los ojos y miren al corazón palpitante y sus arterias.. Luego, en silencio, miren las caras de los otros miembros del grupo durante un minuto, mientras continúan sintiendo las palpitaciones de este corazón que los conecta y los alimenta a ustedes....
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