Es un juego de confianza donde un lazarillo debe llevar a un invidente a
un lugar previamente establecido
OBJETIVOS
Que los niños se integren, que sepan que sus compañeros confían tanto en
ellos que se arriesgan a que los dirijan, que generen comunicación no solo
oral, porque lógicamente no pueden permanecer en silencio aunque se les diga en
las instrucciones, que se imaginen lo que es ser invidente y de ese modo
comprendan a personas con capacidades diferentes
PARTICIPANTES
Tiene que ser un número par porque deben ser parejas, de cualquier edad,
porque aun los niños lo pueden hacer.
MATERIAL
Puede hacerse dentro o fuera del salón, necesitamos las vendas o mascadas
o velillos para cubrir los ojos y el material a traer de regreso o los
papelillos que comprueben que se llegó a la meta o lugar establecido
CONSIGNAS DE PARTIDA
El lazarillo no debe quitarse la venda hasta que llegue de regreso con el
material o papelillo, o hasta que llegue a su asiento, el que le guía ha de
procurar estar en silencio y evitar que caiga su invidente en ningún momento
DESARROLLO
En un grupo de cualquier tamaño se aplica al separar a los integrantes
por parejas, se vendan los ojos de uno de los participantes y el otro lo tiene
que llevar a un lugar sin decir nada, el niño con los ojos vendados puede darle
la mano a su lazarillo o solo ponerla sobre su hombro, como desee, así que solo
presionando el brazo o llevándole de la mano lo puede guiar, de preferencia que sea fuera del aula
hacia ella o a la dirección, se puede pedir que traigan algo para comprobar que
llegaron al lugar, por ejemplo, un papelito o un material de un área del salón.
Puede durar cuanto quiera el docente o hasta que se logre llegar a un lugar
determinado donde se puede pedir que el lazarillo sea ahora el invidente.
EVALUACIÓN
Comentarios en el grupo de las sensaciones, incidencias, si se logró el
objetivo, como se sentirían al ser invidentes y que han de hacer si se
encuentran con uno.
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